Sebastián Nani, jefe de cardiología de la Clínica Olivos, complicó la situación del neurocirujano imputado en la muerte del «10».
En una nueva audiencia del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, este jueves declaró Sebastián Nani, el jefe de cardiología de la Clínica Olivos, donde el exfutbolista fue intervenido quirúrgicamente el 3 de noviembre de 2020.
En su testimonio, dio detalles de las observaciones que hizo sobre el estado de salud del “Diez» y complicó la situación del neurocirujano Leopoldo Luque, uno de los principales acusados en la causa.
A principios de noviembre de 2020, Maradona fue operado en la Clínica Olivos por un hematoma subdural en la cabeza, y permaneció internado ahí hasta el 11 de noviembre. Luego, abandonó el centro de salud para continuar la recuperación en su casa del barrio San Andrés, en Tigre. Por este motivo, el cardiólogo Sebastián Nani fue citado a declarar.
En su testimonio, el médico señaló que el exfutbolista no mostraba indicios de complicaciones cardíacas y que “no era esperable un problema coronario”. “En la clínica, Diego estaba bien cardiovascularmente”, afirmó ante el Tribunal Oral en lo Criminal N3 de San Isidro.
Sin embargo, Nani destacó que Maradona era considerado como un “paciente de riesgo” y que, por lo tanto, necesitaba más atención. En esta línea, apuntó contra Luque, ya que señaló que “era el médico de cabecera” del astro: “La responsabilidad de Maradona era 100% suya”.
Leopoldo Luque es uno de los siete imputados por homicidio con dolo eventual, un delito que prevé penas de entre 8 y 25 años de prisión.